Esta fue una jornada electoral muy peculiar, sobre todo por la gran cantidad de candidatos a consejales que se presentaron por las diversas comunas de Chile. También la postulación de personajes mediáticos de la televisión y el deporte. Pero vamos al trasfondo de la elección. Todos ganaron.
Sí así como lo digo, en esta jornada se dio que todos fueron los grandes ganadores de la jornada. La Concertación celebró por haber sido la alianza política con más votos, la Alianza, por su parte, celebraba por haberle descontado votos a la Concertación. En el otro lado Juntos Podemos festejó por haber logrado obtener después de mucho tiempo en la capital, y el Pacto Por un Chile Limpio se mostró feliz por haber tenido gran cantidad de votos en su primera elección como pacto.
¿Y que quiere decir todo esto? La razón puede ser que los grupos políticos solo muestran una cara a la ciudadanía, pero realmente las cuentas no son tan alegres, o no lo demostró Pepe Auth en la junta que tuvieron los dirigentes de la Concertación en La Moneda. Quizá el presidente del PPD fue el único que mostró la cara real de la su coalición, o puede ser por su partido que sólo alcanzó el 6,86% de los votos por alcalde. Y en la Alianza por Chile saben que por más que le hayan ganado en alcaldes, los votos de la ciudadanía no les dan como querrían, porque es eso lo que buscan los partidos, para saber quien tiene más fuerza en las presidenciales. Y el Juntos Podemos puede mostrarse muy alegre por el triunfo en Pedro Aguirre Cerda, pero no creo que uno de sus directores como es Hugo Gutiérrez este tan feliz por haber perdido pese a la gran cantidad de votos que obtuvo. Los únicos que sacaron cuentas alegres fueron los independientes que avanzaron mucho en el tema de la votación.
Entonces podemos rescatar de esto que la mayoría de la masa popular ya no se deja llevar por el color de la camiseta que llevan los candidatos, ¿Los descolgados de la Concertación y la Alianza hicieron la diferencia? Claro que sí, ellos fueron electos pese al abandono de su coalición, Carolina Plaza en Huechuraba es un ejemplo, dejó a la UDI por las acusaciones que sufrió, pero la gente de la comuna no dejó de darle su apoyo pese a eso, es más, logró tantos votos como en la elección anterior, pero ahora sin color político.
La masa popular ve más allá de lo que los analistas ven, es que quizá se han dado cuenta que los partidos no hacen nada por las personas y aparecen sólo en épocas eleccionarias para darle su apoyó a los candidatos y no a la gente, la corrupción, las diputas internas en los partidos, la falta de cercanía con la gente joven, son motivos que abalan esta teoría.
Los resultados no se dieron ni para uno ni para otro lado, si quedó claro en varias comunas que la gente no olvida errores de los partidos, y que prefieren votar por las personas que más conocen la vida en la comuna, quedó claro en el momento en que se acabó la supremacía del PPD y los Girardi en Cerro Navia, o en La Florida, donde la gente no aguantó la llegada de un Gustavo Hasbún que venía desde Estación Central.
También se puede escuchar en los locales de votación que “más vale diablo conocido que por conocer”, puede que esto sea la razón de porque le es más fácil ganar a candidatos que van por la reelección que a recién llegados, Johnny Carrasco en Pudahuel, Alberto Undurraga en Maipú, Francisco de la Masa en Las Condes, Cristián Labbé en Providencia, Pedro Sabbat en Ñuñoa, Carolina Plaza en Huechuraba, son casos de alcaldes que salieron reelectos pese a las acusaciones que les hicieron sus contendores en las campañas electorales, y que se sobrepusieron a la adversidad gracias al apoyo de los vecinos.
¿Y cómo se comportó la ciudadanía en estas elecciones?
No fue un caso ejemplar de unas votaciones, gran cantidad de escusados para votar, tanto así que las filas para escusarse eran más largas que las filas de los locales de votación, alta inasistencia de los vocales de mesa que no querían cumplir con esta función pese a arriesgarse a terminar detenidos y con multas muy elevadas por faltar al deber cívico.
Peleas entre votantes y los militares que resguardan la seguridad de las elecciones por negarse a reemplazar al vocal que faltó fue la tónica de toda la jornada del día domingo.
También se dio la pelea en los locales de votación de figuras de la política chilena, Ricardo Lagos hizo la cola de una hora en el Insuco, ya que en su nivel de ciudadano correspondía, pero el acoso de los medios y de los adherentes a su figura política no lo dejaban, pero sus detractores reclamaron fuertemente. Lo mismo le pasó a Pablo Zalaquett, ahora vencedor en Santiago, quién también sufrió el mismo tipo de problemas, pero esta vez en el liceo Cervantez.
En planos generales en la mayoría de las comunas se dio una votación normal, pocas filas, gran velocidad para votar y gran disposición al orden.
Pero la nota negra la pusieron dos amenazas de bomba en locales de votación de Santiago y La Florida, ninguno de los casos eran reales y gracias a Dios no pasó más allá.
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